"El buen pobre es paciente. Si se anuncia la entrega de 2,5 millones de canastas de alimentos, no se desespera por saber si una de esas cajas llega a su casa. El buen pobre espera con paciencia y el oído aguzado a que una mano benefactora toque la puerta de su casa, acompañada por chaquetas rojas, autoridades sonrien...
Una publicación sobre la columna de Daniel Matamala en La Tercera, “Decálogo del Buen Pobre”